La función de una puesta en marcha es asegurar que los equipos instalados cumplan, respondan y funcionen correctamente de acuerdo a los estándares del fabricante, mediante la realización, simulación y aplicación de pruebas operativas a los equipos.
 

Una vez realizada la instalación eléctrica, la puesta en marcha puede comenzar sin ningún peligro para los usuarios o líneas de producción. De esta forma se procede a la inspección de los mecanismos o aparatos conectados y se hacen pruebas eléctricas de todos los equipos o componentes para minimizar cualquier riesgo de la operación futura y continuidad de los equipos.

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